Capítulo 4: El troll de Ponce de León

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La casa de los McRae se encuentra en Miami, Estados Unidos, en la calle Ponce de León.
¿Quién fue Ponce de León?, pues un vallisoletano paje de Fernando el Católico en la corte de su padre Juan II de Aragón y I de Sicilia, que siendo adulto viajó al Nuevo Mundo y fue el primer europeo en pisar La Florida.
Pues bien, en la calle Ponce de León vive Yifán, un muchacho bastante despierto que desde su infancia cuenta, que es visitado en sueños por un tal Krito: ser excepcional no humano con muchas similitudes con el muchacho y al que considera su amigo. Según Yifán durante sus visitas Krito atrapa su mente, la saca de su cuerpo, se la lleva a un mundo extraño y le muestra cómo se vive en él. El sicólogo de Yifán, «doctor en fantasías», opina que tener un amigo imaginario a los 4 años no es raro, pero que seguir en la quincena y continuar con el tal Krito, es un problema. ¿Cómo atajarlo? Pues aconsejándole a sus padres que se lo lleven de viaje para que conozca a gente nueva, diferente, que desplacen en su mente al tal Krito.
Nunca hubieran imaginado Isaac ni Danielle que el viaje que tanto recomendó el sicólogo, acabaría siendo la punta visible de un iceberg.

Estas son las medusas con las que sueña Yifán y parte de un cómic en desarrollo que cuenta la historia de Krito.
¿Y qué o quién es Krito para Yifan? ¿Qué representan de verdad esas ensoñaciones en la vida de Yifán? ¡Ah…! Lo veremos más adelante porque ahora lo que importa es uno de los sueños en concreto el de la caza… De medusas en el aire. Al parecer Yifan está fatal… de lo suyo.
Ya en su día Carl Sagan habló de la posibilidad de que existiera vida en las atmósferas densas de los planetas, sobre todo de los gigantes gaseosos en el Sistema Solar. Las «bestias atmosféricas» o «sky critters», serían seres vivos que flotan, como los zepelines, albergando en su interior gases mas ligeros que los que les rodean. Al ser menos pesados que el aire que les envuelve, disponiendo de mecanismos para graduar su altura o desplazarse e incluso dejarse llevar por las rachas de viento. Serían como globos aerostáticos, pero en el mundo de la ufología también se cree que incluso podrían existir estos organismos en atmósferas como la de la Tierra, en la que ya existen, de toda la vida, microorganismos transportados por el viento.
Ay, Yifán, Yifán… ¿De dónde demonios te has sacado a tu amigo?
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